Así empieza este relato autobiográfico:
Anna volvía del colegio con Elsbeth, una niña de su clase. Aquel invierno había nevado mucho en Berlín. La nieve no se había derretido; los barrenderos la habian apilado en el borde de las aceras, y allí había permanecido semanas y semanas, en tristes montones que se iban poniendo grises. Ahora, en febrero, empezaba a deshacerse, y había charcos por todas partes. Anna y Elsbeth, calzadas con botas de cordones, se los iban saltando....
Una familia de origen judío huye de la Alemania nazi temiendo por su vida.
Atrás dejarán muchas cosas, particularmente Anna, la niña de la familia.